La izquierda, TODA, se asombra de temas tales como pobreza, inseguridad y
desempleo. Lo que más los deja atónitos ante la desesperación de la gente es
que "estamos en pleno siglo XXI", como si el inexorable paso de los
días, meses y años fueran los que definen el desarrollo.
Es increíble cuán minúsculos son los análisis y la necesidad de resolver
cuestiones que ya pasaron a ser de vida o muerte.
Es tan fácil como abrir un libro, wikipedia, documentales de youtube,
libros online, papers, documentos varios; para darse cuenta que el mundo ha
sido salvaje, subdesarrollado, injusto en sus sistemas de gobierno hasta la
creación de Estados Unidos de América. Desde entonces, el calendario empezó a
importar, pero no porque defina el desarrollo, sino porque los seres humanos
empezaron a vivir, y comenzaron a darle valor a la vida, y por ende, a la
libertad.
Son pocas las cosas que hay que saber, sólo hay que querer. Mi sensación es
que cuánto más avanza el calendario, menos se quiere comprender; y como consecuencia,
nuestro SXXI no tendrá diferencia con el medioevo, con la diferencia que en
aquellos días, el acceso a la información era casi imposible.
Hoy, la ignorancia no es justificada, es sólo símbolo de apatía, desidia y
soberbia. Y como dijo Goethe, "la ignorancia es la madre de todos los
crímenes". Nada es casualidad.
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