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Mostrando las entradas de julio, 2014

Reflexión sobre la cobardía argentina

Roberto García, desde su programa "La Mirada", opinó que el discurso del Presidente de la Rural, Luis M. Etchevehere, le pareció un discurso que bien podría haber sido pronunciado por alguien de “La Cámpora”. Ese estilo gallinesco de García me llevó a la siguiente reflexión sobre algo que he observado siempre y considero uno de los graves problemas del país. En Argentina hay una rara fascinación por ese estilo de hombre pollerudo, cobarde, con alma de llorón, corrupto (siempre backstage) y que llama "moderación" a la pusilanimidad. Este estilo, además, se confunde con honestidad, cuando en realidad, detrás de tanto modo apocado se esconde siempre el peor de los traidores. Estas características son propias de la UCR. Por otro lado, está el estilo del peronista; maleducado, pollerudo también, experto en viveza criolla, corrupto (si se nota, mejor), adorador de los colores brillantes y exaltador de las vulgaridades. También traidor, pero es sumamente predecible

El campo argentino: potencia mundial y guía de la República

Recorrer la historia de la República Argentina es un viaje que lleva directamente a la conclusión de que la mediocridad es hija legítima de la corrupción. Nada es tan evidente en la Argentina del siglo XXI como la mediocridad y, por supuesto, la exaltación de la misma. A este mal puerto no hemos llegado de casualidad, ni siquiera es el lugar dónde la nación se ha iniciado. El espíritu que ha dado forma a nuestra República ha sido el de los derechos individuales, el del desarrollo, la educación, la cultura del trabajo; en definitiva, el espíritu virtuoso liberal. Hace cien años, la frase que admite que las “comparaciones son odiosas” no aplicaba al lado argentino. Era nuestra la posición del buen ejemplo. Esto, en el siglo que nos cobija, ya es parte del olvido, al igual que muchas características de aquella Argentina que todavía habita en la mente de muchos extranjeros y de nostálgicos compatriotas, pero no de la realidad. La educación, el desarrollo, las instituciones, la