Ir al contenido principal

Reflexión sobre la falta de energía y las mentiras del régimen

En Nueva York, todas las mañanas, 9 millones de personas se despiertan y tienen a su disposición el desayuno, el transporte, la energía y demás cosas necesarias para poder empezar el día y seguirlo. Esas 9 millones de personas tienen, además, confort de sobra. Tienen a disposición servicios que funcionan en caso de emergencia (9/11 por ejemplo).

Cada uno de los 9 millones por si solos no fabrican cada una de las cosas que utilizan. Sin embargo, tienen todo a su disposición. No es una cuestión de razas, ya que New York es una de las ciudades más cosmopolitas del mundo, llena de personas provenientes de países tercermundistas, sin embargo contribuyen de la misma manera que el americano con raíces más antiguas.

Esto demuestra que el progreso no genera deficiencias, el mercado libre genera un orden espontáneo que satisface las necesidades más urgentes, y no solo eso, además ofrece, de yapa, el máximo confort.

Por lo tanto, que no haya energía porque a todos nos fue super bien y estamos en la panacea del consumismo, es una mentira. No hay energía porque el dinero de quienes producen se expolió para llevar adelante la "redistribución de la riqueza" desde un poder centralizado que sólo obtiene riquezas a la fuerza, pero jamás las genera.

Entonces, quienes producen no pudieron usar ese dinero para reinvertirlo y generar el confort que sólo el hombre libre puede generar, se lo usó para regalar splits, ahora se lo usa para avisar que se vienen los cortes de luz. Como dijo Pagni, "la refrigeración ya no es un derecho humano".

40 millones de argentinos se levantan todas las mañanas sabiendo que algo les va a faltar,y como yapa, el gobierno les avisa que les va a faltar mas de lo que pensaban. 


¿Qué el orden espontáneo no existe y no funciona? A las pruebas me remito.


Virginia Tuckey.-

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El Partido Republicano como garante de la libertad

A pocos meses de una nueva elección presidencial, la competencia por la Casa Blanca va generando debates no solo entre los candidatos, sino entre los ciudadanos sobre qué tipo de sociedad quieren. La del 2020 se parece mucho a todas las anteriores campañas presidenciales, no solo en sus debates, en los miedos y esperanzas de los ciudadanos, sino también en los temas que salen a la superficie para ser discutidos.  Como el Partido Republicano ya tiene a su candidato, el foco en la etapa de primarias está puesto en el Partido Demócrata, el cual cuenta con aspirantes a la nominación que solo se diferencian el uno del otro en las formas, mientras sus plataformas políticas no presentan ninguna diferencia sustancial. Esta diferenciación en las formas pretende vender a ciertos candidatos como más moderados que otros, sobre todo frente a Bernie Sanders. Para sorpresa y disgusto del establishment Demócrata, quién está liderando en las encuestas y ganando en las elecciones pr...

Biden: enemy of the free world

Faced with the constant wrong predictions and forecasts of the experts in international relations that the masses choose to applaud and take as references, blaming Donald Trump has been adopted as a means of escape and justification. Why Trump? Because he has a hairstyle that does not match the high aesthetics demanded by the left and the third world snobbery, because it offends the good name of the tyrant Xi Jinping, because he demanded to comply with the law enter the United States, because he lowered taxes, because he removed regulations, because he demanded that Europe comply with their NATO overdue payments, because he placed the United States where it belongs: at the top of the world; America first. This is exactly what annoys the leftists so much. The radical left/communists have once again gain ground all around the world under the disguises of ecofascism, racist accusations of racism, hormonal experimentation on children and by trying to convince us that China's econ...

Biden: el enemigo del mundo libre

Ante el constante fracaso de los pronósticos de expertos en relaciones internacionales que las masas eligen aplaudir y tomar como referentes, se ha adoptado como vía de escape y justificación a todo culpar a Donald Trump. ¿Por qué a Trump? Porque tiene un peinado que no va acorde a la alta estética que exigen las izquierdas y el snobismo tercermundista, porque ofende al buen nombre del tirano Xi Jinping, porque exigió que para entrar a Estados Unidos hay que cumplir con la ley, porque bajó impuestos, porque quitó regulaciones, porque exigió a Europa que cumplan con el pago que les corresponde en la OTAN, porque ubicó a Estados Unidos en el lugar que legítimamente ocupa: por encima de todos los demás. Este es exactamente el trasfondo que molesta a la izquierda que ha avanzado nuevamente por el mundo con los disfraces del ecofascismo, de las racistas acusaciones de racismo, de la experimentación hormonal en menores de edad y del cuento sobre el éxito económico de China como resultado...