"Sostenemos como evidentes en sí mismas estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad." Thomas Jefferson, Declaración de Independencia de Estados Unidos
La conquista del Oeste americano sucedió luego de que el presidente Thomas Jefferson decidiera comprar el territorio de Lousiana. El avance hacia el Far West o Lejano Oeste significó una época de gran florecimiento cultural, económico, político y social.
Argentina está en un período dónde sucede exactamente TODO LO CONTRARIO a lo que sucedió en la conquista del Oeste americano, período de expansión de la base ética legal jeffersoniana (vida, libertad y búsqueda de la felicidad). En Argentina, hoy, se ven los resultados de haber entregado a los bandidos nuestra libertad, nuestra felicidad y nuestra autodeterminación.
Estos errores de diagnóstico y distorsiones, que son producto de la pereza y deshonestidad intelectual, siguen anulando las posibilidades de desarrollo y acelerando la debacle cultural y social de un país que, alguna vez, bajo la Constitución alberdiana de 1853, logró expandir la ética jeffersoniana y atravesó, como el Lejano Oeste, una etapa de verdadera expansión de la libertad.
Virginia Tuckey ©
Directora Ejecutiva
Centro de Estudios "Thomas Jefferson"
La conquista del Oeste americano sucedió luego de que el presidente Thomas Jefferson decidiera comprar el territorio de Lousiana. El avance hacia el Far West o Lejano Oeste significó una época de gran florecimiento cultural, económico, político y social.
Argentina está en un período dónde sucede exactamente TODO LO CONTRARIO a lo que sucedió en la conquista del Oeste americano, período de expansión de la base ética legal jeffersoniana (vida, libertad y búsqueda de la felicidad). En Argentina, hoy, se ven los resultados de haber entregado a los bandidos nuestra libertad, nuestra felicidad y nuestra autodeterminación.
Estos errores de diagnóstico y distorsiones, que son producto de la pereza y deshonestidad intelectual, siguen anulando las posibilidades de desarrollo y acelerando la debacle cultural y social de un país que, alguna vez, bajo la Constitución alberdiana de 1853, logró expandir la ética jeffersoniana y atravesó, como el Lejano Oeste, una etapa de verdadera expansión de la libertad.
Virginia Tuckey ©
Directora Ejecutiva
Centro de Estudios "Thomas Jefferson"
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