Muchas gracias. Canciller Kohl, Alcalde Diepgen, damas y caballeros: hace veinticuatro años, el presidente John F. Kennedy visitó Berlín y habló a la gente de esta ciudad y a todo el mundo desde el ayuntamiento. Bueno, desde entonces otros dos presidentes han venido, cada cual en su mandato, a Berlín. Y, hoy, yo mismo realizo mi segunda visita a vuestra ciudad. Nosotros, los presidentes americanos, venimos a Berlín porque es nuestro deber hablar, en este lugar, de libertad. Debo confesar que también nos atraen hasta aquí otras cosas, el sentimiento histórico de esta ciudad, más de quinientos años más vieja que nuestro propio país; la belleza del Grunewald y el Tiergarten; y sobre todo, vuestro coraje y determinación. Tal vez el compositor Paul Lincke comprendió algo sobre los presidentes americanos. Veréis, como tantos otros presidentes antes que yo, vengo hoy aquí porque dondequiera que vaya, haga lo que haga: Ich hab noch einen Koffer in Berlin. [Aún tengo una maleta en Berlín]. N...
Política, sociología, filosofía y principios de libertad.